Además de ser considerado un auténtico superalimento con multitud de beneficios para la salud, el ajo es también un ingrediente esencial que aporta un sabor único a todas nuestras recetas culinarias. Así que imagínese poder disfrutar de todos sus beneficios sin tener que comprarlo cada vez que vaya a hacer la compra al supermercado. ¿Es posible germinar ajos fácilmente en casa? Aparentemente SÍ… ¡Explicación!
Para plantar ajos, todos conocemos el método clásico: ¡necesitas un huerto! Pero, ¿y si te dijéramos que hay una técnica mucho más sencilla? ¡Se acabaron las preocupaciones por el tiempo, la tierra, el mantillo o las malas hierbas! Sólo necesitas un diente de ajo, un vaso de agua y un poco de sol. Todo depende de ti.
¿Es posible cultivar ajos en interior?
Puedes cultivar ajos perfectamente como planta de interior. Todo lo que necesita es :
La maceta tiene un orificio de drenaje en el fondo.
La planta está colocada en un lugar luminoso donde pueda aprovechar los rayos del sol.
La planta está en un lugar seco. El ajo teme el exceso de agua y humedad.
Sin embargo, cultivar ajos en casa puede tener algunos inconvenientes. Y es que cultivarlo en interior es un poco diferente. Evidentemente, no puedes esperar que tus dientes se conviertan en verdaderos bulbos tras unas semanas en el suelo. En cambio, puedes cosechar hojas de ajo, que se pueden picar crudas para mezclarlas con ensaladas, adornar sopas, dar sabor a los salteados y realzar el sabor de muchas recetas.
¿Cómo se cultiva el ajo en agua?
Si vives en un piso o careces de espacio para cultivar ajos en tu jardín, nuestro ingenioso método es una excelente alternativa. Sigue la guía para descubrir cómo:
Selecciona los dientes de ajo adecuados: ¡este es un paso necesario, queridos lectores! Elige dientes germinados (los que tienen un pequeño brote verde en la parte superior). Si no, tendrás que coger un bulbo entero y cortar el extremo puntiagudo con un cuchillo.
Prepara el recipiente: coge un recipiente de cristal transparente (para seguir la germinación de la planta) con capacidad para unos 250 g de agua.
Separe los bulbos de ajo en dientes individuales: coloque cada diente (con su piel) a lo largo de los lados del recipiente, asegurándose de que el extremo puntiagudo o germinado quede hacia arriba.
Añada agua: llene el recipiente con agua templada, lo suficiente para cubrir la parte inferior del diente de ajo. Es importante no sumergirlos, ¡podrían morir!
Espera un poco: coloca el recipiente en un lugar soleado durante una semana. Pero no olvides cambiar el agua si es necesario. Si la parte superior de las vainas empieza a cambiar de color y se vuelve marrón, aleja el recipiente del sol durante 1 ó 2 días.
Cosecha los brotes de ajo: en cuanto las plantas jóvenes tengan al menos 8 cm de altura. Córtalos con tijeras. Eso sí, coge sólo la cantidad que necesites, ya que pierden rápidamente su sabor. También debes tener en cuenta que, tras la primera cosecha, es poco probable que tus ajos produzcan más brotes.
Disfrute: con estos sencillos pasos, ya puede disfrutar de sus ajos para cocinar.