Ah, ¡el ajo! Muchos le quitamos la piel antes de cocinarlo. Y algunos incluso utilizamos trucos para pelarlo rápidamente. Pero después de pelarlos y cortarlos, ¡a menudo tiramos la piel a la basura sin preocuparnos demasiado! Pero, ¿y si te dijéramos que puedes hacer algo útil con ellas, sobre todo si tienes un huerto? Sí, nos has oído bien: ¡no tires los ajos pelados! En este artículo, te mostraremos cómo utilizarlos de forma respetuosa con el medio ambiente. Así que tenlos a mano, ¡vamos allá!
¿Has pensado alguna vez en dar una segunda vida a las peladuras de ajo? Si no es así, ¡te sorprendería lo beneficiosas que pueden ser estas plantas hortícolas para tu jardín! En este artículo, te desvelamos todos los trucos de residuo cero para aprovechar al máximo estas pequeñas maravillas.
¿El ajo es bueno para las plantas?
Las cáscaras de ajo son ricas en vitaminas C, K y E, así como en antioxidantes. Pero ¿sabías también que pueden hacer maravillas en tu jardín? Con su potencial fertilizante y su capacidad para repeler plagas, no las tirará a la basura
¿Por qué guardar las pieles de ajo para otros usos? Los beneficios de las pieles de ajo para el huerto
La piel del ajo es una auténtica mina de oro, llena de vitaminas beneficiosas para el huerto. ¿Por qué no utilizarla para abonar las plantas? Puedes convertirlo en un abono natural y eficaz añadiéndolo a tu compost casero, o puedes proteger tus plantas de enfermedades fúngicas. ¿Estás preparado para darle un empujón a tu jardín reciclando tus peladuras de ajo? ¡Hagámoslo juntos!
¿Qué hacer con las cáscaras de ajo y cómo utilizarlas?
No necesitas comprar productos químicos caros para proteger tu jardín, ¡tienes todo lo que necesitas en tu cocina! Además, este truco te permitirá utilizar los restos de comida para el bien de tus plantas.
Mantener alejados a los pulgones y las plagas de las rosas
¿Te encantan tus preciosas rosas, pero los pulgones las han invadido? No te preocupes, ¡tenemos algo para salvarlas! Una solución sencilla, natural y sobre todo gratuita para deshacerte de estos pequeños insectos indeseados: ¡las cáscaras de ajo! Las cáscaras de ajo son un excelente repelente casero para las plagas del jardín, incluidos los pulgones. Basta con colocar unas cuantas cáscaras de ajo alrededor de tus hermosos rosales y el olor repelente del ajo los mantendrá alejados en un abrir y cerrar de ojos.
Prepara una infusión de cáscaras de ajo para proteger tus plantas
Si tienes un jardín o un invernadero, ¡guarda las cáscaras de ajo! Crea una decocción natural para proteger tus plantas. El ajo es, de hecho, un verdadero tesoro de la naturaleza, ya que tiene propiedades antifúngicas y antiparasitarias que pueden ayudar a combatir muchas enfermedades del jardín. Esta infusión es especialmente eficaz para prevenir el mildiu, la roya, los pulgones y la moniliasis. Para prepararla, sigue estos pasos:
Hervir 100 g de pieles de ajo en un litro de agua durante 30 minutos.
Dejar enfriar unos minutos.
A continuación, filtra y pulveriza la mezcla sobre las hojas y en la base de tus plantas.
Añadir cáscaras de ajo al abono para hacer un fertilizante natural
Para utilizar las cáscaras de ajo como abono, tienes dos opciones:
La primera es añadirlas al compost en pequeñas cantidades.
La segunda opción es hacer un puré de ajo macerando 100 g de cáscaras en un litro de agua de lluvia durante 24 horas y colando después la mezcla. Pulveriza el líquido sobre tus plantas cada dos semanas para mejorar su crecimiento.
Proteger las zanahorias
¿Sabías que el puré de ajo es una forma estupenda de proteger tus zanahorias del moho? En lugar de desperdiciar tus preciados dientes de ajo, puedes utilizar las cáscaras, los tallos, las raíces y las inflorescencias para elaborar esta beneficiosa solución para tus cultivos. Es más, también puede prolongar la vida útil de sus cultivos en otoño utilizando las pieles de los ajos.
Control del gusano de alambre y el escarabajo de la patata de Colorado
Esto sólo lo saben los aficionados a la jardinería. Los dientes de ajo son una gran ayuda para proteger las plantas de patata de los estragos del gusano de alambre. Añadiendo un puñado de estas pequeñas maravillas bajo la raíz al trasplantar o plantar los plantones, se puede reducir enormemente el riesgo de infestación y mejorar la salud de las plantas. Este truco natural es fácil de poner en práctica y puede marcar la diferencia en una cosecha sana y abundante.
Así que, queridos lectores, en lugar de tirar las peladuras de ajo a la basura, ¿por qué no utilizarlas para alimentar las plantas y mantener el jardín? Es una solución natural, económica y ecológica.