Bajo su delicada apariencia, la orquídea es una variedad de planta tropical bastante resistente que se puede cultivar en casa. El único problema es que a veces puede resultar difícil conseguir que vuelvan a florecer si no se conocen los trucos adecuados. Descubre 10 sencillos y prácticos consejos para cuidarlas en casa.
Ideal para añadir un toque de ligereza a su interior purificando el aire de su hogar , la orquídea se ha asociado a lo largo de los siglos con una gran cantidad de símbolos. Desde la antigua Grecia hasta Japón, pasando por Sudamérica, donde actualmente es la flor nacional en Costa Rica, Venezuela o Colombia, representa la voluptuosidad, el erotismo, la seducción y mucho más.
¿Qué simboliza la orquídea?
Para entender lo que representa, primero debemos fijarnos en sus raíces. Y por una buena razón, las de la flor han evocado durante mucho tiempo curvas anatómicas, especialmente en la antigua Grecia, donde se asociaban con el erotismo , la fertilidad, la masculinidad y el sexo femenino. Se pensaba incluso que su consumo podía influir en la determinación sexual de un bebé, explica Nathalie Chahine en su libro “Pequeño libro del lenguaje de las flores”, teniendo las raíces grandes el privilegio de un niño y las pequeñas de una niña.
La familia de las orquídeas, que hoy cuenta con más de 20.000 especies botánicas, también era venerada en Japón y China por sus valores artísticos y estéticos.Confucio asociaba su fragancia a la de la amistad y su aspecto particular al del hombre consumado. De forma más abstracta, también representa un color, la gracia y la fragilidad de una cosa o de una persona y, por último, la rareza y el refinamiento. Sin olvidar que es una de las plantas que aportan energía positiva al hogar
Por estas diversas razones, muchas personas la consideran una planta ideal para decorar sus interiores, y con razón, ya que es un innegable punto de atracción en una habitación. Sólo hay que saber cuidarla adecuadamente para cultivarla en casa.
¿Cómo cuido una orquídea?
En los bosques tropicales o en estado salvaje, las orquídeas se encuentran en praderas húmedas, zonas calcáreas secas, en los bosques o en algunos bordes de caminos. De hecho, también existen especies de orquídeas epífitas con raíces aéreas que no necesitan estar plantadas en soportes de tierra. Estas últimas se alimentan de la humedad del aire circundante y pueden crecer en las ramas de otra planta, en rocas o incluso en troncos. Sin embargo, la orquídea también puede cultivarse en interior en una maceta.